Paco y Pilar magníficos organizadores y comunicadores la han liado otra vez.
En julio nos liaron con la disculpa de una barbacoa que en un próximo post os contaré y ahora la coartada han sido unos gazpachos serranos.
La cita era en el Embalse de Benajeber, en el bar que tiene Aventuria allí. Empezamos a las nueve de la mañana tomando café y magdalenas. La gente fue llegando poco a poco y después de las presentaciones y el reparto de acreditaciones nos dirigimos al embarcadero.
La actividad consistía en navegar por el pantano en canoa hasta un punto determinado, desde el que empezaríamos una ruta circular ascendiendo por una empinada cuesta para encontrar la senda GR 7 de la que recorreríamos un buen trozo cruzando el río Turia por un puente colgante, pasando por la cascada de Barchol y la presa para volver al punto de encuentro cruzando de nuevo el pantano en canoa.
La travesía en canoa se hizo difícil para los que no somos ni expertos ni habituales, era nuestra segunda vez, y el viento y las corrientes nos desviaban de nuestra dirección constantemente, hicimos el recorrido en zigzag. Pero valía la pena, la emoción de estar en mitad del lago viendo saltar los peces a tú alrededor, el verde de las montañas que lo encuadran y el azul del cielo, convertían el esfuerzo de remar en placer visual.
Al llegar a la orilla nos calzamos las botas de montaña y comenzamos la ruta de senderismo, los ánimos estaban altos y las risas rompían el silencio del pinar. Conforme avanzábamos y descubríamos paisajes bucólicos, el sol ascendía por el cielo y nos hacía más difícil la caminata por el calor. Al final del ascenso Paco y Pilar nos sorprendieron gratamente, al sacar de detrás de unos matorrales una nevera portátil llena de refrescos fríos. ¡Se habían molestado en ir el día de antes y dejar el aprovisionamiento!
Comimos tortas tajás que son unas tortas hechas con masa de pan y horneadas en plano poniendo encima jamón y embutido. Estaban muy buenas, y las había hecho la madre de Pilar, Miguela, levantándose de madrugada para amasar el pan y hornearlo. Increíble la bondad de esta familia. Una vez las pilas cargadas con los refrescos y el almuerzo continuamos camino, bajando hasta el río Turia, que cruzamos por un puente colgante.
Un poco más allá estaba el canal que recoge el agua del río y la lleva hasta Valencia. El embalse de Benajéber es el principal abastecedor de agua potable para la ciudad de Valencia.
Pasamos por la cascada de Barchol donde los más valientes se bañaron con la fría agua de manantial y regresamos al punto de encuentro de las canoas para volver remando hasta el embarcadero de Aventuria. Dónde terminamos casi todos bañándonos en el lago.
Al llegar nos esperaban unos gazpachos serranos que nos cocino Raúl y estaban buenísimos. Bodegas Biosca nos invito al vino. Y de postre tomamos manzanas asadas aromatizadas a la canela, deliciosas.
La tarde transcurrió lentamente, con el espectacular paisaje del lago como fondo mientras la luz iba cambiando los distintos matices. La noche nos sorprendió en la misma sobremesa.
Lo mejor del día fue la oportunidad de conocer gente nueva con muy buen rollo y ¡tantas cosas que compartir!
Estoy deseando saber en qué nuevo lío nos meten esta pareja genial, Paco y Pilar. Muchas gracias por todo sois muy especiales.
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